jueves, 28 de junio de 2012

¿Charlamos?

Alguien me dijo alguna vez “El amor es como una larga conversación, que siempre parece muy corta”. No saber a quien agradecer esta muestra de sabiduría es un drama.

Me gusta pensar eso, me gusta creerle. Me gusta, pero me trae unos cuantos problemas. El más grave es que suelo tener largas conversaciones con mucha gente, pero porque me gusta charlar. ("Charlar" odio esa palabra, pero me agrada la acción que describe) 

Por suerte todavía hay gente en el mundo que facilita la realización de esta actividad y que aún no alcanzó el hastío en su máxima expresión cuando caigo en mi -ya común- tendencia de irme por las ramas (Otra expresión que no me cuadra... hablar mientras escalas un árbol no me parece del todo respetuoso.)

Otro problema que tengo con esa quote y su credibilidad es que, no te digo todas, pero si una gran parte de mis "charlas" me parecen too short o interrumpidas y las extendería un par de horas con gusto. ¿Qué quiere decir eso? ¿Qué debo pensar? ¿Qué toda la gente con la que “hay tema” o “hablo seguido” son mis posibles matches? Estoy cagada, entonces. (y tú también, no me vengas)

Cupido: Con cariño te digo, yo casi nunca cuento nada, pero es medio roño lo tuyo. No es ni está bueno que compres balines al montón y dispares a la champa. Algunos ilusos todavía confiamos en ti para encontrar un significant and different other y tú te tomas el trámite para la chacota. No sé, date cuenta, al final tú eres el ángel y algún código ético celestial debes tener. Lo dejo en tus manos alas.

lunes, 25 de junio de 2012

Condicional perfecto y vómito verborrágico

¿Se imaginan lo que sería vivir sin filtro, sin culpa, sin momentos de debilidad o titubeo? Baaaaaahhh... sería espectacular, es-pec-ta-cu-lar. ¿Escrúpulos? ¿Qué es eso? Conviccio... ¿qué? Pff. Lovely ¿no? N o t h i n g but the truth. 

Imagínense el trillado y ya típico "Vamos a tomar algo" a todo aquel al que alguna vez le has querido decir algo- poco feliz- y nunca te dieron los huevos/ovarios. 

Estar sentados conversando con una sonrisa en la cara, cada uno tomando lo que eligió, disfrutando de un momento super friendly y derrepente SAAAAAAZ- sin modificar el volumen ni el tono ni la posición ni la expresión facial- tener un vomito verborrágico semi-pasivo agresivo (léase como críticas constructivas) y terminar con algo como "Bueno, te quería decir eso nomás... Uy, me voy yendo que se me hizo tarde. ¡Nos vemos!"

Y es que decir lo que uno piensa no debería ser mala educación...

Chimera

¿Qué? ¿Cómo? si ya habíamos quedado. Sí, tú y yo- o sea- yo y yo, que esto no iba a volver a pasar. Ya lo hemos hablado hasta el cansancio, ya sabemos de qué trata y adónde no va y no va a ir nunca. 

I thought we were on the same page, lady, pero se ve que no. O tal vez sí, pero- para variar-  no te pudiste resistir. Ambas sabemos 
lo débil que es la carne y lo caprichosos que son los ojos. Que mala combinación, como su ropa que- igual- poco te importa, porque puede. Él sí puede. Hay cierto nivel de tolerancia que sólo se tiene cuando hay puro amor entre ojo y ojo. Y- aunque uno se resista- el ceño se nubla con el idilio y el foco se oscurece y se pierde para siempre. 

Lo peor de todo esto es que nos prometí que esta historia no iba a tener capítulos tristes. Too late, aunque- seamos realistas- who are we kidding? Siempre supimos que él era una utopía, una fantasía, una ilusión que creaste para no sentirte tan sola; una labor que excede nuestras capacidades y quizá- aunque no lo quieras ver- aunque pese y duela darse cuenta que mi enemigo es Yo, también excede mis voluntades. 


La eternidad agobia hasta al más paciente, que- como todos saben- no soy yo. Ni yo.

domingo, 24 de junio de 2012

The answering machine

Mientras quede algo de amor, van a haber palabras por decir, por escuchar, por escribir y por leer. Quizá no lo supimos llevar y quizá no nos salga ni esta vez, ni la anterior, ni la de después. Está bien si no triunfamos, no sería novedad. Está bien que lo hayamos intentado y que, contra todo pronóstico, el amor nos haya dado armas y nos haya hecho más fuertes. Está bien que duela, pero está mejor que no. Está bien que a otros les salga mejor y que la gente se quiera más; a nosotros nadie nos enseñó. Están bien las ganas de llorar y ese enojo con nadie y con todo el universo, porque ellos se pasean de las manos y yo de los audífonos. Está bien pedir afecto por el simple hecho de necesitarlo y probar con aromas de diferentes cuerpos. Está bien que a alguien se le haya ocurrido cantar sus alegrías en una canción de amor y que a otro alguien nos haya querido acompañar con una canción desamor. Está bien que tratemos de superarnos con comida, con lagrimas, con películas, con libros y hasta con personas. Está bien que lo único que quiera es meterme a mi cama y consumir ficción y consumir Woody Allen en grandes cantidades. Annie Hall también está bien, que él la pierda y su amor no tenga un final feliz y que ella sea buena y aún así sufra y la pase mal. 


Está perfecto enamorar, pero está mucho mejor querer.